Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL


1633
Legislatura: 1898-1899 (Cortes de 1898 a 1899)
Sesión: 29 de abril de 1898
Cámara: Congreso de los Diputados
Discurso / Réplica: Réplica
Número y páginas del Diario de Sesiones: 10, 200
Tema: Contestación al discurso de la Corona

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Pido la palabra.

El Sr. PRESIDENTE: El Presidente del Consejo de Ministros tiene la palabra.

El Sr. Presidente del CONSEJO DE MINISTROS (Sagasta): Es el Sr. Gasset un publicista muy distinguido, un Diputado muy elocuente y muy celoso, y un gran patriota; pero el Sr. Gasset pone tal pasión en sus empeños y tanta vehemencia en sus propósitos, que más de una vez propone cosas verdaderamente extraordinarias.

Todos los Sres. Diputados habrán presenciado, crisis políticas, crisis administrativas, crisis por desavenencias entre los individuos que constituyen un Gabinete, crisis por desacuerdo con la Corona, crisis por otra porción de circunstancias; pero una crisis como la que propone el Sr. Gasset, ni el Sr. Gasset, ni ningún Sr. Diputado, lo habrán visto hasta ahora.

Ha empujado el Sr. Barrio y Mier al Sr. Gasset, y el Sr. Gasset me empuja a mí para que echemos del Ministerio al señor general Bermejo. ¿No es verdad que sería ésta una crisis por tabla? (Risas).

El Sr. Gasset ha reconocido, como no podía menos de reconocer, como reconoce todo el mundo, caballerosidad, rectitud, inteligencia y merecimientos en el señor general Bermejo para ocupar el puesto que dignamente ocupa. Pues si ha reconocido esto el Sr. Gasset, ¿por qué quiere que salga del Ministerio en este momento? ¿Qué acto suyo ha merecido desaprobación, para impedir una crisis y la salida del Sr. Bermejo? Los Ministros parlamentarios salen del Ministerio por sus actos. Dígame el Sr. Gasset qué acto del Sr. Ministro de Marina ha merecido la censura parlamentaria. Y hay muchos actos, Sr. Gasset, que merecen aplauso y que no se proclaman, porque no deben proclamarse, porque es patriótico no proclamarlos (Muy bien); que si así no fuera, yo le diría al Sr. Gasset muchas cosas que no sabe, en prestigio del Sr. Ministro de Marina. Pero día llegará en que sepan; y entretanto, si el Sr. Ministro de Marina sigue cumpliendo con su deber con el celo, con la inteligencia y con la rectitud que el mismo Sr. Gasset le reconoce, no hay motivo ninguno para que el Sr. Bermejo se separe de sus compañeros, que le estiman en lo que vale, que le respetan como se merece y que están muy a gusto en su compañía. (Aplausos).



VOLVER AL MENÚ PRINCIPAL